martes, 14 de junio de 2011

conferencia sobre el Calentamiento Global

En la semana cultural el en el turno matutino se llevo a cabo una conferencia sobre el Calentamiento Global.
Entre otros puntos se destacaron Los profundos cambios geopolíticos acaecidos después de 1989 han ido acompañados de auténticas revoluciones en el campo social y económico La globalización de la economía y de las finanzas es ciertamente una realidad y cada vez se van percibiendo con más claridad los efectos del rápido progreso proveniente de las tecnologías informáticas Estamos en los umbrales de una nueva era que conlleva a la vez grandes esperanzas e inquietantes puntos interrogativos ¿Cuáles serán las consecuencias de los cambios que actualmente se están produciendo? ¿Se podrán beneficiar todos de un mercado global? ¿Tendrán todos finalmente la posibilidad de gozar de la paz? ¿Serán más equitativas las relaciones entre los Estados o, por el contrario, la competencia económica y la rivalidad entre los pueblos y naciones llevarán a la humanidad hacia una situación de inestabilidad aún mayor?
Se reflexiono sobre la conciencia que debemos crear como jóvenes y futuras generaciones, sobre el mundo que nos espera y como debemos cuidarlo para tener la riqueza que nos brinda el mayor tiempo posible.

DIGNIDAD HUMANA.UN VALOR QUE SE PROYECTA A LOS DEMAS

J. Vidal-Bota dice que la dignidad propia del hombre es un valor singular que fácilmente puede reconocerse. Lo podemos descubrir en nosotros o podemos verlo en los demás. Pero ni podemos otorgarlo ni está en nuestra mano retirárselo a alguien. Es algo que nos viene dado. Es anterior a nuestra voluntad y reclama de nosotros una actitud proporcionada, adecuada: reconocerlo y aceptarlo como un valor supremo (actitud de respeto) o bien ignorarlo o rechazarlo.
Este valor singular que es la dignidad humana se nos presenta como una llamada al respeto incondicionado y absoluto. Un respeto que, como se ha dicho, debe extenderse a todos los que lo poseen: a todos los seres humanos. Por eso mismo, aún en el caso de que toda la sociedad decidiera por consenso dejar de respetar la dignidad humana, ésta seguiría siendo una realidad presente en cada ciudadano. Aún cuando algunos fueran relegados a un trato indigno, perseguidos, encerrados en campos de concentración o eliminados, este desprecio no cambiaria en nada su valor inconmensurable en tanto que seres humanos.
Por su misma naturaleza, por la misma fuerza de pertenecer a la especie humana, por su particular potencial genético - que la enfermedad sólo es capaz de esconder pero que resurgirá de nuevo si el individuo recibe la terapéutica oportuna -, todo ser humano es en sí mismo digno y merecedor de respeto.

Por tanto un principio básico es:  «En toda acción e intención, en todo fin y en todo medio, trata siempre a cada uno - a ti mismo y a los demás- con el respeto que le corresponde por su dignidad y valor como persona»

Información obtenida La Asociación Catalana de Estudios Bioéticas (ACEB)

Se puede reflexionar entonces que el respeto es un valor básico que ayuda a mantener buenas relaciones con los demás, que el ser humano vale por su simple naturaleza humana y por ende por las características únicas que posee como la inteligencia, su capacidad de pensar, actuar, reflexionar, comprender, de sentir y percibir el mundo,  ya que hasta el momento ningún ser vivo en la tierra ha podido alcanzar las capacidades del ser humano.
El respeto por si mismo y los demás, el buscar el bien para si mismo y los demás puede ser un factor importante que contribuya a evitar conductas antisociales, discriminación pues entenderemos que la persona vale por lo que es como ser humano y no por sus características especificas, el abuso de cualquier tipo ya que entenderemos los limites que entre seres humanos tenemos, el maltrato y las agresiones físicas, y la falta de amor propio en cuanto a la forma en que nos relacionamos con los demás.
Todos creemos entender lo que es el respeto y la dignidad pero en ocasiones olvidamos que la dignidad es algo inherente a nuestra naturaleza y que valemos por el simple hecho de ser seres humanos pensantes  y por tanto rebasamos los límites que entre nosotros tenemos irrumpiendo en la tranquilidad y paz de los otros.
Tener dignidad es querernos a nosotros mismos por lo que somos, cuidar nuestro cuerpo, nuestra salud,  alimentación, apariencia, relaciones con los demás y con el mundo que nos rodea.