martes, 5 de julio de 2011

La inserción laboral de las mujeres

¿Sabias que…?

La mujer como sujeto de una relación de trabajo ha tenido una participación laboral superior en relación a los hombres en las últimas tres décadas, por sus niveles de escolaridad y educación; sin embargo, ha habido obstáculos para su inserción y permanencia en el mercado de trabajo. Pues como sabemos en una sociedad como la nuestra, la mujer llega a ser objeto de actos que afectan su desenvolvimiento en el ámbito laboral, tales como el hostigamiento sexual, el acoso laboral entre otros, y que muchas de las veces la práctica de sus valores y estereotipos culturales y sociales, dan origen a que se practiquen conductas discriminatorias que la perjudican, ejemplo de ello es la pérdida del empleo y la inestabilidad laboral.

Es precisamente por lo anterior, que estudiaremos como se ha insertado la mujer en el ámbito laboral.
No debemos olvidar que el trabajo que la mujer ha desempeñado ha sido de vital importancia, sin importar que este tuviera una contribución a la economía de las familias, ya que esta varía según las necesidades, las costumbres y los valores sociales de cada núcleo social.
Es precisamente por ello, que la fuerza laboral femenina representa en gran medida a las mujeres a nivel mundial por lo que se refiere al trabajo. Al respecto es importante mencionar que según la Organización Internacional del Trabajo “a medida que los países se van industrializando las mujeres mejoran su categoría profesional.”
Lo anterior se debe a que en las últimas décadas los países se han ido industrializando, pues podemos ver un gran incremento de fábricas y mejores oportunidades no sólo para el sexo masculino sino también para el femenino. Además de que las nuevas oportunidades de trabajo surgen ciertamente de la calidad de los servicios de educación que en los últimos años se han ofrecido por el gobierno federal, ya que inicialmente era obligatoria únicamente la educación primaria, y a lo largo de los años se ha adicionado la educación preescolar y la secundaria; lo que permite más oportunidades de empleo para toda la población independientemente del nivel de estudios que se tenga. Es decir, el reconocimiento de estas escolaridades ha puesto de manifiesto la igualdad de oportunidades que tanto la mujer como el hombre tiene para incorporarse al mercado laboral.
Cabe señalar, que en la actualidad México cuenta con una población total de 107,5682,518 millones de habitantes, de los cuales 52.5 millones son hombres y 54.2 millones son mujeres, es decir, existe una relación de 97 hombres por 100 mujeres. Es dable señalar que somos más mujeres que hombres y por ende la demanda de trabajo de estas últimas es mayor. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), 2007, en México existen “75.8 millones de personas de 14 años y más de las cuales 35.5 son hombres y 40.3 son mujeres”, quienes se dedican a diversas actividades tanto económicas como no económicas. Cabe mencionar que las personas de 14 años y más combinan las actividades tanto económicas como no económicas, las cuales ascienden a 32.3 millones, es decir, 73 de cada de cada 100 personas económicamente activas realizan actividades domésticas y/o estudian.
Por lo que corresponde a la población económicamente activa (44,411,852 millones de habitantes), se puede decir, que 62.4% son hombres y 37.6%  mujeres; y del total de la población no económicamente activa (31,339.342 millones de habitantes), las proporciones se invierten ya que tenemos 24.7%  para los hombres y 75.3% para las mujeres. Por lo que corresponde al ámbito laboral, podemos decir, que actualmente en nuestro país contamos con 16,066,042 millones de mujeres trabajadoras, de las cuales 3.9 son profesionales a contrario sensu de los hombres cuyo número de profesionales asciende a 3.4, por lo que corresponde a los técnicos y personal especializado tenemos 3.2 millones para los hombres mientras que para el sexo femenino encontramos que tan sólo 4 millones se desempeñan en estas actividades. Es decir, las prácticas han dejado atrás roles tradicionales en donde el hombre era el único que trabajaba.
Resultado de lo anterior podemos decir que “el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social: por ello se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral.
Después de haber analizado la inserción laboral de las mujeres, enseguida conoceremos cual es la rama del Derecho que se encarga de elevar la calidad de vida de las mismas y que coadyuva para la satisfacción de las necesidades de salud a través de determinadas prestaciones.

Por Zoraida García Carreño

OPINION: TODOS DEBEMOS PROMOVER Y COMULGAR CON UNA CULTURA BASADA EN LA EQUIDAD, EL RESPETO DE FORMA EQUITATIVA DE HOMBRES Y MUJERES, DIGNIFICAR EL TRABAJO COMO UNA ACTIVIDAD IGUALMENTE VALIOSA PARA AMBOS QUE NOS PERMITA TENER MEJORES RELACIONES LABORALES.

No hay comentarios:

Publicar un comentario